Máxima complejidad al mímino tamaño

Las máquinas de Rube Goldberg pueden ser tan complejas como se le antoje a sus creadores, utilizando una reacción en cadena y un sinfín de piezas para crear un circuito o llevar algo de un punto "A" a un punto "B". Esta máquina es quizás la más pequeña del mundo y es una maravilla creada con piezas de relojes mecánicos. Sus responsables son de la compañía japonesa de relojes Seiko, y han usado más de 1200 piezas en su creación, algunas de las cuales tienen una longitud inferior a 1 milímetro. Su funcionamiento es tan complicado que incluso a veces una mano humana debe colaborar un poco en su movimiento, lo que hace que no sea completamente funcional, pero de cualquier forma sigue siendo un recorrido impresionante para disfrutar. Una delicia visual.

Máxima complejidad al mímino tamaño

El sabor de la música

Banano es un parlante portátil inspirado en la forma y el sabor de esta fruta; según su creador, el diseñador koreano Jarim Koo, su estructura es una expresión metafórica de "la deliciosa experiencia de escuchar música y disfrutar del sonido de una manera confortable", y añade "traté de proporcionar al usuario un objeto único y divertido mediante la aplicación de una forma familiar que estimula sus sentidos". La "cáscara" de la que ha sido provisto el altavoz protege la rejilla de rasguños, impactos o sustancias extrañas; mediante un imán de alta potencia en el extremo se puede colocar un gancho para colgar el altavoz en cualquier lugar y está revestido en silicona para imitar de mejor manera la superficie suave de las bananas. En el cuerpo se han incluido sólo los botones básicos de encendido, volumen y Bluetooth, para mantener una estética minimalista y por el otro lado se ubica también un conector de audio y un puerto de carga USB. El parlante incluye también iluminación LED y puede ser conectado a diferentes dispositivos móviles. ¿Qué te parece su diseño?

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