Museo de la Paz

El 6 de agosto de 1945 es una fecha trágica para la humanidad. Se lanzaba por primera vez en la historia una bomba atómica sobre una ciudad habitada. En cuestión de segundos la ciudad japonesa de Hiroshima quedó reducida a cenizas y decenas de miles de personas murieron. Aunque la destrucción fue total, de forma milagrosa un edificio del centro de la ciudad se mantuvo en pie. En torno a él se construyeron el Parque de la Paz y el Museo de la Paz.

El Parque se ubica en el mismo lugar donde fue lanzada la bomba, que explotó a una altura de 600 metros sobre los cielos de Hiroshima. También allí encontramos el Museo de la Paz, en el que se puede revivir aquella tragedia con imágenes y testimonios de todo tipo.

La ciudad fue reconstruida de cero, eso explica la existencia de anchas avenidas, bellos y extensos parques y modernos edificios. Sin embargo los vestigios y recuerdos de aquel infierno siguen ahí. El mensaje del museo es una feroz crítica al uso de armas nucleares, y también al militarismo en general y al japonés en particular. Cerca de allí se levantan también los Hibaku Jumoku, los "árboles supervivientes" de la bomba que redujo la ciudad entera a cenizas.

Para todo aquel que visite Japón, esta es una visita obligada, por dolorosa que sea. Una forma de rendir un pequeño homenaje a las víctimas de la bomba haciendo sonar con tus manos la campana de la paz, colocada en el centro del parque para todo aquel que desee tocarla.

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